4.4.08

Jorge y su guitarra



Este blog parece estar destinado a basarse  tan sólo en conciertos... 
Pero la vida no da tiempo para demasiado (sigo buscando días de 25 horas o más) así que el poco tiempo que queda lo aprovecho ahí... de concierto en concierto... cada vez más enganchada a la música en directo (y no es porque sea músico y los músicos tengamos esas manías, no ¡que va!)

A lo que iba, una noche, la casualidad me hizo fijar en uno de esos carteles de las farolas, que en este caso anunciaba el Festival de Guitarra de Barcelona (¡que gran idea!) y en el cartel... Jorge Drexler, Fito Páez... creo que este año me voy a arruinar mucho invirtiendo en música...
Y la actuación de Jorge Drexler  junto a Marlango me supo a poco... como el concierto.

Increíble Jorge Drexler. Él y su guitarra, porque de tantas cosas sólo precisa dos... (mi guitarra y vos). Llenaba un Palau silencioso que poco a poco le hizo sentir como en su casa... casi se le saltaban las lágrimas al oír a todo el público  corear Todo se transforma... Estuvo cercano y entretenido, amable, dulce, simpático y divertido... y mostró su mejor cara al versionar a Leonard Cohen o a Gossos... incluso a sí mismo, y sacándole todo el sonido a su guitarra... (¡y que ganas de tocar la guitarra que me entraron a mí!)

Tal vez para decepción de algunos, no cantó Al otro lado del río o 12 Segundos de Oscuridad, pero sí Equipaje, Hermana Duda, Soledad... Un Concierto de 2 horas que podría haberse alargado mucho más si en manos del público estuviera, que aplaudió a rabiar, coreó, y se puso en pie al acabar la función... Todo el Palau de la Música de pie... increíble. Aún incluso cuando las luces encendidas invitaban a irse, la mayoría del público se mantuvo allí, de pie, aplaudiendo... esperando a un Jorge (con traje y Converse All Star) que salió a dar las gracias de nuevo.

Anoche lo dudaba, pero esta mañana me he dado cuenta que ha sido, sin duda, el mejor concierto al que he ido, y los que nos quedan aún este año.

Prometo escribir pronto.

1 comentario:

Tomás dijo...

Pensaste que me iba a quebrar
y subiste tu apuesta,
me hiciste sentir el sabor
de mi propia cocina.
Volví a creer que se tiene
lo que se merece,
la vida es más compleja
de lo que parece.