26.4.08

Trencant esquemes

Un sol hivernal il·lumina els freds carrers d’una gran ciutat. Enmig de fums i boires, perduts entre semàfors, sorolls i passos zebra, dos parells d’ulls creuen mirades. S’observen i, intrigats, busquen en la memòria una imatge anterior d’aquella mirada, una imatge aferrada a un nom, a un record de temps passats, mentre que repassen, poc a poc, tota una vida. Somriuen al mateix temps que, sorpresos, es reconeixen i, amb la lentitud característica d’aquells que porten anys sense veure’s, s’apropen l’un a l’altre.
I ara, com sempre que es troben dos vells coneguts al carrer, es saluden, amb un somrís pintat a la cara, i es donen dos petons. Una mera convenció. És en aquest moment, on es barregen la sorpresa i l’alegria amb la sensació d’incomoditat, que frases semblants a un “Com estàs?”, “Què tal va tot?” o “Què has fet en aquest temps?” surten dels llavis de manera inconscient, automàtica, com les simples frases d’un guió ja escrit, esperant impacients una resposta a la que, encara que no ho sembli, no pararan atenció.

Seguidament parlen de què ha passat durant aquests llargs anys en que no han tingut notícies de l’altre, de com són les seves vides, de com s’han trencat els somnis d’adolescent, de com la vida ha canviat els seus rumbs i els seus camins s’han anat separant. Després vindrà el moment de recordar antigues històries, trapelleries infantils, records d’ adolescència, pensaments de joventut... 


Però el ritme accelerat de la ciutat no els permet arribar a aquests temes, i desperten, com d’un somni, gràcies als clàxons i el soroll dels motors dels cotxes que, davant el llum verd del semàfor, es mouen ansiosos i impacients. En un moment on, tot i el soroll que hi ha al seu voltant, només els separa el silenci, s’angoixen davant el fet de no poder expressar-se amb les paraules, tement que tot allò que van voler dir surti dels seus llavis, ara tremolosos, de manera impulsiva. Aleshores ell mira el rellotge, gest convencional que utilitzem quan ja no sabem què dir o què fer, i després d’observar l’hora diu que fa tard, que li sap greu però ha de marxar, mentre el somrís va desapareixent de la seva cara... Intercanvien direccions de correu electrònic, prometent escriure aviat per trobar un dia perfecte per veure’s, xerrar i recordar tot allò viscut junts... 


Encara que sap, mentre s’ acomiadem amb un parell de petons i un “fins aviat” – una altra simple convenció - , que seguint aquests esquemes no imposats per ningú, aquests costums que ja estan dins nostre, segurament ni es tornaran a veure, sinó que després d’un parell d’ e-mails escrits en 5 minuts i sense gaire importància, desapareixeran, lentament, de la vida de l’altre. Si només gosessin posposar avui algunes coses per prendre un cafè junts potser les coses haurien estat diferents...


¿Què estic fent? Anem a trencar esquemes. “Espera’m! Et convido a un cafè.”



Abril 06

pd: y yo que pensaba que lo había perdido

17.4.08

Documental?


Hoy se me ha pasado por la cabeza hacer algo que no me había imaginado nunca que quisiera hacer. Hoy me han entrado ganas de hacer un documental. Si, si, un documental. Será que mi vida se ha vuelto muy surrealista últimamente.

No sé, a veces las circunstancias te llevan a hacer cosas que ni te imaginabas, pero la ocasión lo merece. Son muchos años de historia que no se pueden ir al traste así como así. Es triste ver como la construcción de una calle se lleva la vida de la gente, sus hogares, su historia... y en mi caso se lleva unas aulas con instrumentos de teclas blancas y negras, unas pizarras cubiertas en pentagramas... siete años de experiencias, aprendizaje, aventuras y amistad.

Todo eso se merece algo más que los escombros. Empieza la revolución musical. Empieza con un documental. Tengo ganas de hacerlo. Es la única manera de devolver todo lo que me han dado la escuela y la música.


Siguiendo la estela de frases, me he acordado de una frase del musical Rent, que trajó al cine hace poco Chris Colombus. Y se me hace todo tan irreal que la encuentro perfecta.

"How do you document real life when real life is getting more like fiction each day?"


Cada vez las cosas están más claras.



12.4.08

Silencio! se rueda


Parece mentira. Después de pasar toda la semana enferma (con noche en urgencias incluida) llega el sábado y me levanto a las 7 de la mañana (1r síntoma anormal) sin haber salido por la noche (2o síntoma anormal) para pasarme todo el día encerrada en una casa que no es la mía (3r sintoma anormal) y llegar, más o menos, a esta hora a mi casa.


Pero ha sido un dia provechoso de alguna manera. A las 8:00 salía de casa (tarde, para variar), diez minutos más tarde y con diez minutos de retraso llegaba con Roser al punto p. Maquilladores, ayudantes de dirección, técnicos de iluminación.... si señor! un corto! y de los de verdad! echaba demasiado de menos los rodajes... y eso que los que hacemos en clase no tienen nada que ver con esto.


Pero es que me encanta cuando se encienden las luces, la gente se calla y empieza ese mundo entre ficción y realidad que me tiene enganchada desde la primera vez que vi a la bruja de Blancanieves (mi primer recuerdo del cine). Será que Norma Desmond y Billy Wilder tenían razón en Sunset Blvd

'You see, this is my life! It always will be! Nothing else! Just us, the cameras, and those wonderful people out there in the dark!...'


Y que así sea.
Buenas noches. Silencio. Mañana se rueda



4.4.08

Jorge y su guitarra



Este blog parece estar destinado a basarse  tan sólo en conciertos... 
Pero la vida no da tiempo para demasiado (sigo buscando días de 25 horas o más) así que el poco tiempo que queda lo aprovecho ahí... de concierto en concierto... cada vez más enganchada a la música en directo (y no es porque sea músico y los músicos tengamos esas manías, no ¡que va!)

A lo que iba, una noche, la casualidad me hizo fijar en uno de esos carteles de las farolas, que en este caso anunciaba el Festival de Guitarra de Barcelona (¡que gran idea!) y en el cartel... Jorge Drexler, Fito Páez... creo que este año me voy a arruinar mucho invirtiendo en música...
Y la actuación de Jorge Drexler  junto a Marlango me supo a poco... como el concierto.

Increíble Jorge Drexler. Él y su guitarra, porque de tantas cosas sólo precisa dos... (mi guitarra y vos). Llenaba un Palau silencioso que poco a poco le hizo sentir como en su casa... casi se le saltaban las lágrimas al oír a todo el público  corear Todo se transforma... Estuvo cercano y entretenido, amable, dulce, simpático y divertido... y mostró su mejor cara al versionar a Leonard Cohen o a Gossos... incluso a sí mismo, y sacándole todo el sonido a su guitarra... (¡y que ganas de tocar la guitarra que me entraron a mí!)

Tal vez para decepción de algunos, no cantó Al otro lado del río o 12 Segundos de Oscuridad, pero sí Equipaje, Hermana Duda, Soledad... Un Concierto de 2 horas que podría haberse alargado mucho más si en manos del público estuviera, que aplaudió a rabiar, coreó, y se puso en pie al acabar la función... Todo el Palau de la Música de pie... increíble. Aún incluso cuando las luces encendidas invitaban a irse, la mayoría del público se mantuvo allí, de pie, aplaudiendo... esperando a un Jorge (con traje y Converse All Star) que salió a dar las gracias de nuevo.

Anoche lo dudaba, pero esta mañana me he dado cuenta que ha sido, sin duda, el mejor concierto al que he ido, y los que nos quedan aún este año.

Prometo escribir pronto.